Este nuevo sistema de registro de firmas consistiría en convertir presion mecanica en señales luminosas, utilizando miles de cables nanométricos, unos investigadores del Instituto Tecnológico de Georgia (Georgia Tech) han desarrollado un sensor que convierte la presión mecánica, por ejemplo la aplicada al firmar o al dejar una huella dactilar, directamente en señales luminosas que pueden ser capturadas y procesadas ópticamente.
Se trata de un concepto muy nuevo de diseño, que explota las ventajas de captar en forma lumínica las fuerzas mecánicas, y que se basa en la utilización de detección paralela, con el resultado final de que evita muchas de las complicaciones de los sensores de presión convencionales.
Con el nuevo sistema desarrollado por el equipo de Zhong Lin Wang del Georgia Tech, la persona puede escribir con un bolígrafo cualquiera y el sensor detecta ópticamente lo que el usuario está escribiendo. Además, dicha detección se hace con alta resolución y con una tasa de respuesta muy rápida.
Aparte de registrar firmas y huellas dactilares, el dispositivo sensor podría proporcionar un sentido artificial de tacto, ofreciendo una sensibilidad comparable a la de la piel humana. Esto sería muy útil en el campo de la robótica.
La técnica podría utilizarse también en la captación de imágenes biológicas, así como en sistemas microelectromecánicos (MEMS).
Los nanocables individuales de óxido de zinc que forman parte del dispositivo funcionan como diminutos diodos emisores de luz (LEDs), cuando se someten a presión mecánica. Gracias a ello, el dispositivo es capaz de proporcionar información detallada sobre la cantidad de presión que se aplica.
Esta tecnología, conocida como piezofototrónica, y descrita por vez primera en 2009 por Wang, ofrece una nueva forma de capturar información sobre la presión aplicada, y alcanza una muy alta resolución: hasta 6.300 DPI (dots per inch, o puntos por pulgada).
Aparte de Wang, el equipo de investigación también incluye a Caofeng Pan, Lin Dong, Guang Zhu, Simiao Niu, Ruomeng Yo, Qing Yang y Ying Liu, todos del Georgia Tech. Adicionalmente, Pan trabaja para el Instituto de Nanoenergía y Nanosistemas de Pekín, dependiente de la Academia China de Ciencias.