Unos químicos han ideado una forma de construir células de combustible que producen tanta electricidad como los modelos actuales, pero que requieren una cantidad muy inferior del caro y escaso metal que es el platino. Con ello las células de combustible de hidrógeno para automóviles y otros vehículos comparables, respetuosas con el medio ambiente, están ahora un paso más cerca de extenderse a gran escala.
Las células de combustible producen electricidad a partir de hidrógeno y oxígeno en una reacción catalítica que se mantiene en marcha por el platino. Las células de combustible están llamadas a reemplazar a los motores de combustión interna en nuestros coches, debido, entre otras razones, a que son mejores para el medio ambiente.
Las células de combustible utilizan éste de modo mucho más eficiente que los motores convencionales. Además no emiten humo ni dióxido de carbono.
Desafortunadamente, las células de combustible actuales tienen una limitación técnica. Solo funcionan si contienen platino, que es tan escaso y caro como puedan serlo el oro y otros materiales. Esto ha sido un obstáculo notable para el desarrollo de generadores de energía eficientes.
El equipo de Matthias Arenz, del Departamento de Química en la Universidad de Copenhague en Dinamarca, en colaboración con investigadores de la Universidad Técnica de Múnich en Alemania y del Instituto Max Planck para la Investigación del Hierro en Düsseldorf, Alemania, ha constatado en el laboratorio, fabricando y probando catalizadores alternativos para células de combustible, que se puede generar la misma cantidad de electricidad con sólo una quinta parte del platino utilizado en las células de combustible comunes.
Este hallazgo conducirá al desarrollo de nuevas clases de células de combustible, aptas para muchas aplicaciones, incluyendo bastantes nuevas para las que antes no resultaba rentable usar células de combustible.