Londres y Nueva York se unen a campaña que exige a los fabricantes un sistema de bloqueo que inutilice los móviles robados.
En Londres se roban 300 smartphones al día, aproximadamente unos 10 mil al mes. El robo de teléfonos inteligentes ha crecido un 15% en los últimos meses, según cifras de Scotland Yard.
Antes estos datos, Londres ha decidido sumarse a la campaña auspiciada por las Fiscalías Generales de Nueva York y San Francisco, con el objetivo de frenar el elevado número de hurtos de teléfonos de última generación, y exigir a las compañías que incluyan un sistema de bloqueo que deje inutilizables los smartphones para impedir su reventa.
El fiscal general de Nueva York, Eric Schneideman, afirmó que “la epidemia de crímees callejeros violentos que involucran el robo de dispositivos móviles es un problema mundial que exige una solución global”. También considera que esta alianza representa un mensaje poderoso hacia las corporaciones.
Boris Johnson, alcalde de Londres, expresó su preocupación por los robos en su ciudad, enviando una carta a los principales fabricantes pidiendo que se reforzasen las medidas de seguridad, así como las opciones para recuperar los smartphones.
Situación similar se vive en Estados Unidos, donde las autoridades ya denunciaron el incremento dramático de teléfonos, lo que motivó que a principios de año lancen el plan SOS “Secure our Smartphones”. En este plan demandan al fabricante que incorpore un mecanismo de bloqueo eficiente para que el smartphone deje de ser atractivo para los delincuentes.
El 50% de los robos en San Francisco fueron a teléfonos móviles, y en Nueva York, los robos de smartphones incrementaron un 40% respecto al año anterior. Solo queda esperar la respuesta de la industria tecnológica, que recientemente empezó a negociar este tipo de propuestas, en términos de colaboración.